Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana , el pasado y el futuro.
Y al empezar un año más detengo mi vida ante en calendario nuevo, aún sin estrenar y te presento estos días que sólo Tú sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.
Cierra Tú mis oídos a toda falsedad; y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.
Abre, en cambio, mi ser a todo lo que es bueno que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso.
Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí encuentren en mi vida un poquito de Ti.
Dame un año feliz, y enséñame a repartir felicidad.
Amén
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