“Este despertar es el movimiento de la palabra en lo profundo del Espíritu, Que contiene tal grandeza. Dominio y gloria y dulzuras intimas que le parece al alma que todos los perfumes y fragancias de las flores del mundo se han unido y despiden dulce olor y que todos los dominios y reinos y poderes del mundo y todos los poderes y virtudes del cielo se estremecen; y no solo esto, sino que parece que todas las virtudes, perfecciones y gracias de cada cosa creada parece brillar y moverse a la vez”. (Llama4,4)
Ahora Juan podría seguir diciendo “Que ahora el alma conoce a las criaturas a través de Dios y no ma Dios a través de las criaturas” (Llama 4,5)
La persona transformada en Dios, ve y ama la creación como Dios la ve y la ama. Amar como Dios ama, significa amar cada persona y cosa que existe, tal cual es. Unida a Dios, el amor con que la persona ama se ira convirtiendo en el amor con el que Dios ama. Y así como Juan recuerda a sus lectores “Dios se goza de estar con la humanidad, Dios ama la humanidad, y al mundo, es su creación”.
Este Divino amor por la creación se ira transformando en el amor por el cual la persona unida con Dios, amara al mundo. Es decir, amando y disfrutando las cosas y personas con un solo ser, espíritu y sentido.
En esta coyuntura podremos ir superando nuestros egoísmos posesivos. Aquí es donde se encuentran la pobreza y el amor.