Queridos hermanos:
¿Con quién compartir mi especial alegría en este día, sino con ustedes? Hoy es el tercer aniversario de mi Promesa Definitiva en la Orden y agradezco a Nuestro Señor que la haya podido realizar en la Fiesta de nuestros queridos Santos. ¡¿Qué más podemos anhelar que seguir sus pasos para estar con ellos gozando eternamente de la compañía de Nuestro Amado ?!
Rezando las preces me sentí profundamente identificada en sus súplicas, que también compartimos todos en familia, cada uno individualmente. Pero si me permiten, las voy a transcribir en este texto para que las recemos una vez más por todos y cada uno de nosotros:
Proclaman nuestras almas tu grandeza, Señor
-Tú que llamaste a tu pueblo al desierto para pactar con él una alianza de amor, renueva tu alianza con nosotros por Cristo Jesús.
-Tú que nos has destinado a ser hermanos de María, para acoger y cumplir tu palabra como ella, haznos imitadores de nuestra Señora en el mundo, sirviendo a Cristo y cooperando a su obra redentora.
-Tú que nos has llamado al trato de amistad contigo, a ejemplo de Elías, concédenos que, viviendo siempre en tu presencia, nos abrasemos en el amor apasionado de tu gloria.
-Tú que has suscitado nuestra familia, para mantener en la Iglesia un alto espíritu de oración, ayúdanos a caminar hacia la unión contigo por la senda de la vida teologal, para ser así ante los hombres testigos de la intimidad divina.
-Tú que infundiste a nuestros Santos celo y caridad tan ardientes, que no vacilaron en dar la vida por sus hermanos, haz que, llevando de continuo la muerte de Cristo en nuestro cuerpo, colaboremos en la tarea de la salvación de los hombres con entrega total.
Unidos bajo el manto de María Santísima,
Silvia de la +
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