martes, 16 de febrero de 2010

Cuaresma con los santos del Carmelo- Isabel de la Trinidad

Este es el tiempo favorable. Convertíos y creed en la Buena Noticia. Ha llegado el Reino de Dios.

MIÉRCOLES DE CENIZA - TU PADRE ESTÁ EN LO SECRETO (Mt 6,6)
Estás en lo más íntimo de mí mismo, Señor. Descúbreme tu presencia escondida.

Pide, querida hermanita, pide para que seamos santas, para amarle con aquel amor con que los santos sabían amar. Permanezcamos siempre unidas al pie de la cruz. Permanezcamos silenciosas ante el divino Crucificado y escuchémosle. Él nos comunicará todos sus secretos. Es Él quien nos conducirá al Padre, a Aquel que de tal manera amó al mundo, que entregó a su Hijo único (Jn 3, 16).

Pido por ti y te guardo en mi alma junto al Señor, en ese pequeño e íntimo santuario donde le encuentro a cada hora del día y de la noche. Nunca estoy sola. Mi Cristo está allí siempre orando en mí y yo orando con Él.

Me haces sufrir, Francisca mía. Comprendo perfectamente que eres desgraciada pero te aseguro que es por tu culpa. Tranquilízate. No te creo loca pero sí nerviosa e hipersensible. Cuando pasas por esas crisis, haces sufrir a tus familiares. ¡Oh, si pudiera enseñarte el secreto de la felicidad como me lo ha enseñado el Señor!... Dices que yo no tengo preocupaciones ni sufrimientos. Soy ciertamente muy feliz. Pero si vieras cómo también se puede ser feliz en las contradicciones Necesitamos mirar siempre al Señor. Hay que esforzarse al principio, cuando todo se subleva en nuestro interior, pero lentamente, a base de paciencia y con la ayuda del Señor, se logra triunfar.

Tienes que construirte, como he hecho yo, una celdita dentro de tu alma. Piensa que el Señor está allí. Entra frecuentemente en ella. Cuando estés nerviosa, cuando te consideres una desgraciada, recógete rápidamente en ella y confíaselo todo al divino Maestro. ¡Ah, si le conocieses un poco! La oración no te aburriría. Es un descanso, un reposo. Es acercarse con toda sencillez a Aquel a quien se ama. Es permanecer junto a El como un niño en los brazos de su madre, dejando que el corazón se expansione. Así tenemos que acercarnos a El. Si supieras lo comprensivo que es Si conocieras esto no sufrirías más.

(Beata Isabel De La Trinidad. Cartas 51 y 189. Obras Completas, pp. 278 y 491)Acoge las palabras de mi boca, el deseo de mi corazón; que permanezcan delante de ti, Señor, mi roca, mi defensor (Sl 118, 13)

3 comentarios:

José Luis Carvajal dijo...

Excelente y gracias por seguir mi blog. Yo también seguiré el tuyo. Oramos uno por el otro. ¡Bendiciones!

José Luis Carvajal dijo...

¡Muy hermoso! Gracias por sus elogios en el mío. Un abrazo en el Señor, querida amiga y hermana.

Magicomundodecolores dijo...

Hola amiga Tere: ¿cómo estás?. Levaba mucho sin poder dejar un comentario, pero aquí estoy y te reitero mi amistad, no creas que te olvido.
Esta carta es preciosa, la copiaré para mi hermana, pues ella no tiene noción de fe, ni de Dios y me cuesta mucho llegarle. Mis amigos siempre me dicen que con mi ejemplo cambiará, pero nada. Rezo mucho por su conversión, me afano en hacerle llegar el amor de Dios, pero ella lo derrocha y no lo valora como es. Me es difícil y esta Cuaresma se lo pido al Señor con insistencia mayor.
El poema de San Juan es hermoso y muy sentido en la fe, como siempre.
Un abrazo grande, mi hermana en Jesús, no dejes de publicar.