Te bendecimos, Señor, y te alabamos. Reconocemos que eres el que viene en nombre del Señor, que eres el Mesías, el señor. Ahora, dos mil años después, ante el misterio pascual que vamos a comenzar en estos días, quiero empezar con esta aclamación, reconociéndote como Señor de mi vida, de mi historia; de nuestra vida, de nuestra historia; de la historia de salvación que se viene realizando en la Iglesia. Bendito eres tú, que das tu vida para que nosotros la recibamos de ti. Bendito eres, Señor.
Así, pues, en vez de unas túnicas o unos ramos inanimados, en vez de unas ramas de arbustos, que pronto pierden su verdor y que por poco tiempo recrean la mirada, nos ponemos nosotros mismos bajo tus pies, revestidos de tu gracia, de toda tu persona, porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo; nos extendemos tendidos a tus pies, a manera de túnicas.
Te Aclamamos también nosotros, como hacían los niños, agitando los ramos espirituales del alma y diciéndole un día y otro: Bendito el que viene en nombre del Señor, el rey de Israel.
Es una oportunidad para proclamar a Jesús como el rey y centro de nuestras vidas. Debemos parecernos a esa gente de Jerusalén que se entusiasmó por seguir a Cristo. Decir “que viva mi Cristo, que viva mi rey...” Es un día en el que le podemos decir a Cristo que nosotros también queremos seguirlo, aunque tengamos que sufrir o morir por Él. Que queremos que sea el rey de nuestra vida, de nuestra familia, de nuestra patria y del mundo entero. Queremos que sea nuestro amigo en todos los momentos de nuestra vida.
Oraciones
I
Señor Jesús, con este mismo ramo te acompañamos hoy a recordar tu entrada en Jerusalén, con nuestra presencia en el templodijimos que somos tus seguidores y que tú eres el rey de los reyes.Ahora te pedimos que protejas a nuestra familia de todo mal y nos conviertas en testigos de tu amor y tu paz,para que un día podamos reinar contigo en la Jerusalén celestial,donde vives y reinas por los siglos de los siglos amén.
II
Para poner las palmas benditas en el hogar:
Bendice Señor nuestro hogar.Que tu Hijo Jesús y la Virgen María reinen en él.Por tu intercesión danos paz, amor y respeto,para que respetándonos y amándonoslos sepamos honrar en nuestra vida familiar,Sé tú, el Rey en nuestro hogar. Amén.
4 comentarios:
Feliz semana Santa hermanas.
Gracias Alter Ego, igualmente para vos.
Gracias, Tere y Sari por este blog tan maravilloso. Gracias asimismo por su comentario en mi blog. Hoy dia es necesario evangelizar utilizando la tecnologia. Tanto jovenes como adultos estamos hambrientos de Dios, de su Palabra y de su proteccion. Que Dios las bendiga en su ministerio. Saludos boricuas. Ahora mismo estamos en Canada, de visita a nuestro hijo, que estudia por aca. Que pasen una feliz Semana Santa. y como dijo Charlie, "vivimos para esa noche."
Me uno a Vds. que han dedicado su vida a la oración, en estos dias de recogimiento que finalizan con la alegria de la Resurreción, pidiendo por tantos que lo necesitan material y espiritualmente.
Con gran afecto y simpatia
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