viernes, 1 de febrero de 2008

AMISTAD CON JESÚS

Habla con Él de todo: lo divino y lo humano. Todo es materia de conversación, de oración. Es una amistad viva y compro-metida. Contagia como por ósmosis, su trato. El trato con Jesús y el trato de ella con las personas.

No es posible comprender todo el alcance y significado de la oración en Santa Teresa. Pero tenemos algunas pistas para comprobar que la oración explica toda la razón de ser de su existencia.

Toda su vida espiritual, su nacimiento, su progreso sus retrocesos, su plenitud, van acordes con sus niveles de oración. Sus caídas, sus dudas, sus tiempos bajos coinciden con el abandono práctico de la oración.

Cada cristiano experimenta que esto es así. En la oración Teresa se encuentra como el pez en el agua.

Le sirve para todo:


Para tener paciencia en las enfermedades, y conformidad en las adversidades; en ella aprende el amor y el temor de Dios; encuentra fuerza para evitar los pecados y superarlos; la oración es la puerta de todas las mercedes; en sus fundaciones, es en la oración donde encuentra fuerza para superar resistencias y contratiempos, murmuraciones y críticas y malas interpretaciones y sabiduría para orientarse en las encrucijadas y carencias.

Y de la oración cosecha los grandes frutos para la Iglesia.

Al tiempo de morir Teresa, en la huerta, al pie de la ventana de su celda, las ramas secas de un arbolito, que nunca llevó fruto, han reventado en una prodigiosa floración, cubriéndolo todo de armiño; ha repicado sencillamente a gloria con las campanillas blancas y sonrosadas de sus fragantes florecillas, que llenaron el aire de perfume ¡en octubre, y en la meseta castellana!

Era un prodigio, realmente un prodigio, entre los muchos que acaecieron... Pero el arbolito cubierto de flores con sus corolas rientes y encendidas, tiene una connotación de doble signo:


De la voz del Esposo de los Cantares:
LIBRO CANTAR DE LOS CANTARES


"Levántate, amada mía, ven a mí, porque ha pasado el invierno, y brotan flores en la vega y la viña en flor difunde perfume";

Y de la primavera de gracia que, a su muerte, dejaba la madre en la Iglesia con sus hijas e hijos y sus libros:

"Yo no conocí ni vi a la madre Teresa de Jesús mientras estuvo en la tierra; mas ahora que vive en el cielo, la conozco y la veo casi siempre en dos imágenes vivas que nos dejó de sí, que son sus hijas
Carmelitas y sus libros" Obras completas de Santa Teresa de Jesús
(Fray Luis de León) frayluis

Fuente: P. Jesús Martí Ballester

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