Para tomar conciencia del amor de Dios hacia mí:
"Yo me sé sostenido y este sostén me da calma y seguridad. Ciertamente no es la confianza segura de sí misma del hombre que, con su propia fuerza, se mantiene de pie sobre un suelo firme, sino la seguridad suave y alegre del niño que reposa sobre un brazo fuerte, es decir, una seguridad que, vista objetivamente, no es menos razonable. En efecto, el niño que viviera constantemente en la angustia de que su madre le dejara caer, ¿sería razonable?." (Ser finito y ser eterno, p. 75)
"Yo me sé sostenido y este sostén me da calma y seguridad. Ciertamente no es la confianza segura de sí misma del hombre que, con su propia fuerza, se mantiene de pie sobre un suelo firme, sino la seguridad suave y alegre del niño que reposa sobre un brazo fuerte, es decir, una seguridad que, vista objetivamente, no es menos razonable. En efecto, el niño que viviera constantemente en la angustia de que su madre le dejara caer, ¿sería razonable?." (Ser finito y ser eterno, p. 75)
Cómo actuar frente al amor de Dios:
"Ser como un niño y poner la vida con toda la investigación y cavilación en las manos del Padre. Si todavía uno no logra esto: pedir, pedir al Dios puesto en duda y desconocido que sea él quien le ayude. Ahora míreme asombrado, que no tengo miedo de presentarme ante usted con tan sencilla sabiduría de niño. Es sabiduría, porque es sencilla y esconde en sí misma todos los secretos. Y es un camino, que conduce con total garantía a la meta."
(Autorretrato epistolar, p. 60)
Consejo para vivir cada día en las manos de Dios:
"Y cuando llega la noche y la revisión del día nos muestra que muchas de nuestras obras fueron fragmentarias y otras, que también nos habíamos propuesto, quedaron sin hacer y se despierta en nosotros una suerte de vergüenza y arrepentimiento, en ese momento habremos de tomar las cosas tal cual son, hemos de ponerlas en las manos de Dios y abandonarlas a Él. De esa manera se puede descansar en Él para, después de recuperarnos verdaderamente, comenzar el nuevo día como si fuera una nueva vida." (La mujer)
"Ser como un niño y poner la vida con toda la investigación y cavilación en las manos del Padre. Si todavía uno no logra esto: pedir, pedir al Dios puesto en duda y desconocido que sea él quien le ayude. Ahora míreme asombrado, que no tengo miedo de presentarme ante usted con tan sencilla sabiduría de niño. Es sabiduría, porque es sencilla y esconde en sí misma todos los secretos. Y es un camino, que conduce con total garantía a la meta."
(Autorretrato epistolar, p. 60)
Consejo para vivir cada día en las manos de Dios:
"Y cuando llega la noche y la revisión del día nos muestra que muchas de nuestras obras fueron fragmentarias y otras, que también nos habíamos propuesto, quedaron sin hacer y se despierta en nosotros una suerte de vergüenza y arrepentimiento, en ese momento habremos de tomar las cosas tal cual son, hemos de ponerlas en las manos de Dios y abandonarlas a Él. De esa manera se puede descansar en Él para, después de recuperarnos verdaderamente, comenzar el nuevo día como si fuera una nueva vida." (La mujer)
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