sábado, 13 de marzo de 2010

Cuaresma con los santos del Carmelo-Viernes de la 3er semana- Francisco Palau

Este es el tiempo favorable. Convertíos y creed en la Buena Noticia. Ha llegado el Reino de Dios.

AMARÁS CON TODO TU CORAZÓN (Mc 12, 29)

Eres mío, Jesús, haz de mi corazón una morada acogedora para Ti.

Marcha interior. Toda la perfección cristiana está basada sobre la caridad. Todas las virtudes divinas, humanas, infusas y adquiridas, teologales, morales e intelectuales de parte tuya, y todas las gracias, dones y auxilios espirituales administrados por mano de Dios y de los ángeles y de los hombres tiende todo y se encamina a que la caridad haga en ti su curso.

La caridad tiene dos actos, prorrumpe en el alma en dos operaciones: primera, une el alma con Dios. Segunda, unida con Dios, la dedica al bien de los prójimos.

Primera operación: consiste ésta en que tu voluntad sea en todas las cosas, en acciones, en pensamiento y palabras, conforme a la de Dios, de manera que no seas tú la que quieras o no quieras sino Dios en ti, Dios contigo y Dios por ti. Esta operación de la caridad subyuga las pasiones y las domina y ordena; y con las pasiones el corazón; excluye al mundo y sus delirios, extravagancias, sus vanidades; vence al demonio, los caprichos, sus sugestiones y destruye del alma todo pecado sea grave o leve y toda imperfección voluntaria y estudiada.

Esta unión práctica diviniza el corazón y el alma y se labra y robustece y crece toda la vida con actos de fe, esperanza y caridad acompañados de las obras y acciones exteriores que sean ordenadas por Dios. Y esta labor, este trabajo interior se obra en la meditación y oración mental y en la presencia, en cuanto posible, continua de Dios y en el uso de las aspiraciones y jaculatorias. Esta unión produce la segunda y es el amor a los prójimos.

Segunda operación de la caridad: Amor a los prójimos. Unida el alma con Dios por amor, la caridad auxiliada de todas las virtudes y de las gracias y dones del Espíritu Santo, obra en el alma el amor a los prójimos. Obra, digo, y le ordena y, ordenadas todas las fuerzas y virtudes del alma al bien de los otros, ese amor ordenado produce con suavidad frutos maduros y dulces y saludables.

El amor de los prójimos antes de prorrumpir en obras, ha de existir, se ha de ordenar y adquirir. Y si no es él, si no está ordenado, las obras salen como frutas verdes, y da por resultado la temeridad, la indiscreción, la precipitación, y agita, turba e inquieta el alma y la fatiga y quita de su reposo.
(Beato Francisco Palau. Carta 28, Obras Selectas, pp. 693-694)

Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza, Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. Con el fiel tú eres fiel. Tú salvas al pueblo afligido (Sl 17, 2-3.26.28).

1 comentario:

perlas dijo...

Yo soy Carmelita Misionera hija del Padre Palau, me alegro encontrar este articulo. Me alegro concocerte come seguidora del blog de cmcenterofspirituality.