jueves, 19 de junio de 2008

Asi era San Juan de la Cruz

AFECTIVO Y RESERVADO

El componente afectivo destaca en su conducta y en sus escritos. No es solamente caridad fraterna; es también sensibilidad, pasión, afecto, cariño. Lo demuestra a cada paso, aunque de forma velada por su sobriedad y reserva. Ya desde niño en Medina del Campo muestra su cariño hacia los mendigos, los pobres, los niños abandonados; siendo él más pobre que todos ellos. Los trae a casa y los cuida. Se desvive en esa misma época, en sus años de adolescencia y juventud, por los enfermos contagiosos del hospital.

En el trato con su hermano Francisco, conserva toda la vida expresiones de cariño que, para ser fray Juan, calificaríamos de “desbordantes”; le pide que venga a visitarle, le retiene en el convento, le agasaja, le presenta a todos sus amigos y a las personalidades con encarecimiento: es mi hermano, una joya, lo que más quiero en este mundo.

Con sus hermanos los religiosos, se muestra atento y cariñoso. Es exigente en la coherencia de vida y vocación. Pero sabe crear alrededor clima distendido de alegría y libertad. No va a la caza de pequeñas infracciones o descuidos. Las consignas que se han conservado en los “Dictámenes de espíritu” son buena prueba de ello. En diferentes tonalidades, ha tenido amigos entre sus hermanos de hábito: Juan Evangelista, Inocencio San Andrés, Juan de santa Ana, Martín de la Asunción… La compañía en el convento o en los viajes ha creado familiaridad, confianza, amistad.

Su estilo de trato con la mujer merece especial mención. Ha sido constante en intenso a lo largo de los 23 años que vive en la Reforma. Orienta su vocación religiosa en el Carmelo hacia la Reforma, persuadido y arrastrado por santa Teresa. A raíz de este hecho inicial, fray Juan encontrará en los Carmelos femeninos una segunda familia. La Santa le ha encomendado vivamente el cuidado espiritual de sus hijas. Este servicio, llevado adelante con interés y constancia, crea familiaridad, amistad. La ha tenido especial con algunas comunidades: La Encarnación (menos, por ser muy numerosa), Beas, Caravaca, Granada, Segovia. Además de estas amistades colectivas, hay acentuaciones de carácter personal. Conocemos algunas. Tal vez haya otras de mayor intensidad, que no han trascendido.

Aunque en tonalidades diferentes, hay cuatro mujeres que destacan en el trato familiar con fray Juan de la Cruz, a juzgar por los documentos que conservamos. Son: la madre Teresa (Sta Teresa de Jesús), madre Ana de Jesús (Lobera), doña Ana de Peñalosa, Juana de Pedraza.
Federico Ruiz, ocd

3 comentarios:

Marcos Emiliano Mesa dijo...

hola, paso a dejar mis saludos, muy buena la idea de contar quien es San Juan de la Cruz, y asi tambien estaria muy lindo seguir haciendolo todos con todos los santos, ya que son modelos de vida cristiana a seguir y es muy lindo, uno nunca sabe con quien se puede sentir identificado y convertirce.
dejo un saludo grande y que la bendicion del señor siga en ustedes
saludos

jesusmr dijo...

que bonita la vida de san juan!!
un verdadero amante d ela vida!
un abrazo

DE LA MANO DE TERESA DE JESUS dijo...

Gracias Marcos por pasar, desde que empezamos hasta hoy hemos ido poniendo muchas vidas de santos, Beatos y venerables Carmelitas para que se vayan conociendo ya que la idea de este blog es transmitir la Espiritualidad Carmelita. Gracias por tu aporte y animarnos para que sigamos adelante.

Jesusmr La vida de Juan es preciosa, lastima que casi no se conoce. El otro dia pasaron por cable la pelicula -La noche oscura- Es sobre una parte de la vida de Juan y realmente te muestra muchisimo de como era realmente, sus luchas etc.

Un abrazo grande y que Dios los bendiga