
¡Qué grande fiesta la del nacimiento de Ntro. Salvador! Siempre la celebramos con regocijo. Se renueva por nuestro amor y se continúa en la Eucaristía. Entre Belén y el cenáculo hay relaciones inseparables que se completan mutuamente.
Que en esta Navidad descubramos la relación que hay entre el Belén histórico y la Eucaristía para sacar de ella, la Luz y la Vida que las familias necesitan, a fin de que brille la esperanza y el amor, que llenan de alegría y paz a quien espera atento la venida de su amado amigo y Señor.
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