martes, 6 de noviembre de 2007

BEATA JOSEFA NAVAL GIRBES

6 DE NOVIEMBRE
Virgen de nuestra Orden (1820-1893)

Josefa Naval Girbés, mujer sencilla, pero que desde su condición de cristiana seglar vivió una excepcional entrega a Dios y un servicio insuperable a sus semejantes, fue beatificada solemnemente en la basflica de San Pedro de Roma por el papa Juan Pablo II el 25 de septiembre de 1988.

Nació la nueva beata en el pueblo de Allgemesí el 11 de diciembre de 1820. Sus padres se llamaban Francisco y Josefa María. El mismo día recibió el sacramento del bautismo poniéndosele el nombre de María Josefa.

El 1828, el 10 de noviembre, a los ocho años recibió el sacramento de la Confirmación de manos del arzobispo de Valencia, Simón López García. Y un año después recibió por vez primera la Eucaristía a edad temprana en aquellos tiempos, cuando por lo general se solía hacer algunos años más tarde.

A los trece años, al fallecer su madre, se tuvo que hacer cargo de los trabajos domésticos de su familia, dando a conocer ya su vida de piedad, sus trabajos apostólicos y su habilidad en el arte del bordado.

Bien pronto comenzó a tener por director espiritual al párroco de San Jaime, Gaspar Silvestre, que viendo la disposición y deseos que tenía de avanzar por los caminos de la perfección cristiana la atendió con solicitud paternal, instruyéndola sólidamente y guiándola con prudencia durante 28 años hasta llevarla a la completa madurez evangélica.

Siguiendo las directrices de su director espiritual convirtió su casa en escuela-taller de bordado donde acudían las jóvenes de Algemesí, a quienes al mismo tiempo que las instruía en labores de bordar las iba formando humana y espiritualmente.

Pero el campo de su apostolado se extendió también a las mujeres casadas, que recogía en su ~escuela dominical”, a los niños que instruía en la catequesis y a las atenciones de toda índole que constantemente prestaba a la parroquia.

Su actividad caritativa se hacía palpable en la acogida de los niños huérfanos, a los que en más de una ocasión acogió en su casa, en la visita domiciliaria a los enfermos, incluyendo la ayuda material o económica a necesitados, y sobre todo, en el cuidado que presto a los apestados en la epidemia del cólera que, como en otras partes de la región valenciana, hizo estragos en Algemesí en 1885.

Fue miembro de la Orden Tercera de la Virgen del Carmen y de S. Teresa de Jesús, y profesaba gran devoción a San Juan de la Cruz

Falleció plácidamente el 24 de febrero de 1893 a los 73 años de edad en medio del sentimiento general de su pueblo natal.
Desde su propia sencillez encarnó una total y absoluta entrega a la causa de Dios. Fue precursora en la aplicación de la Doctrina Social, que en 1893, el papa León XIII sancionaría con su Encíclica “Rerum novarum”, al preocuparse de cristianizar al mundo de su tiempo con la atención a las jóvenes y mujeres de su pueblo.

Vivió su condición laical dentro del mundo, adelantándose a la Acción Católica y sobre todo al Concilio Vaticano II, que ha destacado el papel del seglar en su vocación y misión en la Iglesia y en el mundo.

Por ello el mensaje de la beata Josefa Naval Girbés tiene una palabra para todos, pero en especial para los catequistas, para los visitadores de enfermos y para los que se dedican a las obras de caridad.

2 comentarios:

vita dijo...

hola,mi nombre es Grethel, soy carmelita seglar, mi comunidad se llama Josefa Naval,Que CRISTO JESUS, la virgencita santa y la beata josefa naval nos encaminen a la presencia de Nuestro PADRE celestial.
GRACIAS por SER y ESTAR para la GLORIA de Dios.

vita dijo...

hola,mi nombre es Grethel, soy carmelita seglar, mi comunidad se llama Josefa Naval,Que CRISTO JESUS, la virgencita santa y la beata josefa naval nos encaminen a la presencia de Nuestro PADRE celestial.
GRACIAS por SER y ESTAR para la GLORIA de Dios.